martes, 14 de mayo de 2013

...



A través de ti.

¿Y qué tan grave podría ser,
el echar andar con lo que fui hecho?
Activar la opción de cerrar los ojos
y aspirar a fondo. De alargar mis manos
y tantear con tino. Escrutar hebra a hebra,
aquella cabellera nueva, que saboree  
mi lengua un sabor lejano.
Envolverme en telas, que jamás he visto
y hurgar por dentro una oscuridad compinche.
Sentir ese roce cómplice entre dos pieles
que se funden y se alargan sin encontrar sus fines.
El quitar, prenda a prenda hasta dejar el alma,
y aun con los ojos cerrados sentirnos en uno, 
esgrimiendo el cariño propio para protegernos,
en fin, entre hurtadillas amarnos como solo
nosotros lo sabemos, en sinceridad, 
concorde a como fuimos creados.
Así, tocar los vestidos, saborear labiales,
rozar nuevas pieles, y abrir nuevos ojos para
acomodarnos ese nuevo peluquín
que nos hará sentir completos. No hombres
o mujeres, solo…completos.

* * *

Por amor

Por amor surca en el aire, aquel contenedor
con combustible y llamas.
Por amor se ha atravesado, la cabeza al opresor
con un guijarro bien lanzado.
Por amor hemos gritado, maldecido y ofuscado
con gran rabia aquellos males percibidos.
Por amor no perdonamos, solo actuamos con
sigilo.
Por amor nos mantenemos firmes, firmes
ante el embate enemigo.
Por amor hay explosiones y tormentos
para aquellos que subyugan sin vacilo.
Por amor hay barricadas, proyectiles,
a lo largo del camino.
Por amor al odio, que es el remedio al
olvido, odiaremos a los amantes de lo
simple y lo vacío. Amaremos al que odia,
directamente a aquel principio del mal
al que ha sumido, esta realidad dantesca.
Esta realidad ficticia, donde lo bueno ha sido
malo, y lo malo bendecido. Con acción directa,
con dirección activa. Una vida sin amor y odio, es
una vida perdida.